No es el entrenador, no son los aparatos, eres tú y esos pequeños errores que cometes sin darte cuenta.
Conseguir resultados en el gimnasio no es fácil, subirte a la caminadora una vez no va a quemar toda la grasa de tu cuerpo de la noche a la mañana y levantar una pesa no te va a dar los brazos de The Rock, ser saludable y esculpir tu cuerpo no es magia y se necesita mucho esfuerzo, dedicación, sudor y ampollas para llegar a donde quieres, pero, incluso haciendo “todo bien” puedes estar saboteando tus resultados y tus metas.
A la mayoría de las personas nos gusta creernos expertos en todos los temas, pensamos que por ver unos cuantos tutoriales y leer unos pocos libros nos merecemos un doctorado en el tema y ya no necesitamos de los consejos, opiniones y enseñanza de nadie, pero eso nunca funciona.
Especialmente cuando se trata de conseguir resultados en el gimnasio, es importante tener la opinión de un experto, pasar horas entrenando no garantiza nada, la forma, el tipo de entrenamiento, la intensidad y muchos otros factores pueden estar saboteando tus metas y la peor parte es que muchas de esas cosas son tan sutiles o contra-intuitivas que realmente no e das cuenta de que son las culpables hasta que alguien te lo dice.
A veces, crees que estás haciendo todo bien, pero no ves resultados y terminas sintiéndote peor que antes y eso es porque, en realidad estás haciendo todo mal y tus mejores esfuerzos los están arruinado todo. Es fácil estar confundido y perdido, a todos nos pasa, pero, quedarte así es opcional, los expertos han hablado una y otra vez sobre lo que no debemos hacer y tienen una lista de cosas que son el enemigo.
Estas son 10 cosas que sabotean tus resultados
Saltar de dieta en dieta
¿Eres keto u día y vegano al otro? Lo único que estás haciendo es confundir a tu cuerpo y obligarlo a tener que adaptarse contantemente a un nuevo régimen, lo que aumenta las posibilidades de tener problemas intestinales. Si vas a hacer una dieta debes comprometerte y darle tiempo a tu cuerpo de adaptarse a ella y de entender lo que está pasando.
Volverte loco con los entrenamientos
Entrenar con demasiada intensidad puede ser contraproducente, tu cuerpo termina tan agotado que realmente no puede aprovechar el entrenamiento y, sin tiempo para recuperarse, tampoco puede aumentar los músculos. Un poco de dolor es normal, pero, si no puedes moverte al otro día, esa es la señal de que te pasaste. Tus posibilidades de sufrir lesiones aumentan si no te tomas las cosas con calma.
No “alimentar” tus entrenamientos
Lo que comes antes de un entrenamiento es muy importante, no solo te va a dar más energía, también puede ayudar a tu cuerpo a quemar más grasa ya a aprovechar mejor sus recursos. Debes comer suficientes calorías para alcanzar tus metas, de lo contrario puedes terminar deshidratado y agotado antes de poder completar tu entrenamiento.
Correr cuando deberías caminar
No debes intentar levantar 500 kilos si nunca has pues un pie en el gimnasio, esto es un proceso, debes ir a tu ritmo e ir aumentando una vez que domines ciertos pesos o tiempos, de lo contrario vas a terminar lesionado o haciendo el ridículo.
Obsesionarte con el número en le báscula o con las medidas
Tu peso corporal no es el mejor indicador de tus avances, de hecho, el peso puede cambiar mucho a lo largo del día lo que significa que puedes tener unos kilos más o menos de la noche a la mañana. Estar obsesionado con tu peso y medidas te produce más estrés y eso solo hace que te frustres y que quieras tirar la toalla.
Despertar demasiado temprano o dormir tarde para entrenar
Dormir es indispensable para ayudar a tu cuerpo a recuperarte después de un entrenamiento, y a construir músculo, entrenar debe ser una prioridad, pero no debes sacrificar horas necesarias de sueño solo porque crees que así vas a llegar a tu meta más rápido. Los expertos dicen que, privando constantemente a tu cuerpo de ese sueño, corres el riesgo de enfermarte con más frecuencia y aferrarte a esos kilos extra.
Gastar demasiado en equipo nuevo
Tener los mejores tenis o el equipo más caro no es garantía de que vas a ver resultados, así que enfócate en las cosas que realmente vas a necesitar y evita gastos innecesarios que, al final, pueden ser un pretexto para dejar de entrenar.
Depender demasiado en los suplementos
Los suplementos pueden ser de gran ayuda, pero necesitas más que eso para ver resultados. Además de suplementos, también debes llevar una dieta saludable, hidratarte correctamente, dormir lo suficiente y realizar el entrenamiento correcto para lo que quieres conseguir.
Saltarte el calentamiento y el enfriamiento
No tiene mucha ciencia, no calentar o enfriar es la mejor manera de lesionarte.
Intentar copiar a los demás
Entrenar con un amigo puede ayudarte a estar motivado, pero, debes recordar que cada persona es diferente y tiene su propio ritmo, intentar igualar al mejor en el gimnasio puede hacer que te lesiones o que acabes frustrado por no poder hacer lo mismo. Es importante que encuentres lo que te gusta y lo que te funciona y que escuches a tu propio cuerpo al momento de entrenar, que tu BFF pueda correr 20 kilómetros antes de entrenar no quiere decir que tu también tengas que hacerlo.
Fuente: GQ